La falsa identidad de una doncella llamada Sara Waters
Fabricar un coctel explosivo entre una película coreana y una novela inglesa actual es posible. Ambientada en la época victoriana La doncella del coreano Park Chan-wook y Falsa identidad de la galesa Sara Waters crean un potente dúo cultural. El libro cayó en las manos del director coreano recomendado por su propia mujer y el travistió magistralmente la obra con talento, imágenes sugerentes, excelente interpretación y esa adaptación de la época victoriana de la novela, a la Corea de los años treinta. Son los valores de La Doncella que planteada casi como una función teatral, se desarrolla a través de tres actos diferenciados en los que el espectador observa y escucha los distintos puntos de vista de las dos mujeres protagonistas, con una última parte que se reserva la resolución del entramado creado por el realizador. Chan-wook parece deslizarse por cada rincón con sigilo para servirnos un relato dominado por el engaño y la traición por la que deambulan unos personajes en constante movimiento y dotados de varias capas con las que juegan al despiste de sus auténticas intenciones, y en los que sus desnudos físicos y emocionales no te dejan indiferente.
“Volví a mi cama estrecha, con sábanas como láminas de hojaldre. La oí removerse y suspirar durante toda la noche; y yo me removí y suspiré también. Noté que el hilo que nos unía tiraba y tiraba de mi corazón, tan fuerte que me hacía daño. Cien veces estuve a punto de levantarme y de ir a su cama; cien veces pensé: ¡Ve con ella! ¿A qué estás esperando? ¡Vuelve a su lado! Pero todas las veces pensé en lo que ocurriría si lo hiciera. Sabía que no podía acostarme a su lado sin tener deseos de tocarla. No habría podido sentir su aliento en mi boca sin querer besarla. Y no habría podido besarla sin desear salvarla. Así que no hice nada. No hice nada, tampoco, a la noche siguiente, ni a la otra; y pronto no hubo más noches: el tiempo, que siempre había discurrido tan despacio, de repente transcurrió aprisa, y llegó el fin de abril. Y para entonces era demasiado tarde para cambiar las cosas”.
Es un pequeño fragmento de Falsa identidad de la inquietante Sarah Waters. La historia cuenta la vida de Sue Trinder, una joven huérfana de diecisiete años que vive en el Londres más salvaje, protegida por la señora Sucksby, la gran «madre» de una dickensiana comunidad de delincuentes. Sue es enviada a una mansión en el campo como doncella de la joven Maud Lilly. Pero Sue va con una misión: ayudar a Richard Rivers, Caballero, un aristócrata desclasado, quien planea casarse con Maud, recluirla luego en un manicomio y gozar de la fortuna que ella ha heredado. Hay un obstáculo, el excéntrico tío de Maud, un bibliófilo empedernido quien la ha educado para que sea la lectora de su secreta biblioteca de pornografía. En la película un auténtico personaje perturbador, ¿qué pasará?. Fusión con talento, exquisita cocina coreana y británica, una mezcla que parecía imposible.
Lola Vega
Periodista, escritora.
